Editorial Ukamau: “Salir a conquistar cada voto, para frenar la amenaza autoritaria y empujar la ampliación de la democracia y los derechos sociales” – 23/Nov/2021

Estamos en un momento histórico clave, la votación del 19 de diciembre definirá en buena parte el escenario político de los próximos cuatro años. El proceso constituyente, el resultado de las luchas reivindicativas, y las condiciones laborales y de vida de las mayorías trabajadoras está en juego. No es tiempo para dormirse o distraerse, debemos salir a conquistar cada voto para frenar la amenaza “fascista” y consolidar el proceso de transformaciones abiertos en octubre de 2019. 

Los resultados electorales de la primera vuelta presidencial son conocidos. La participación se mantuvo en poco menos del 50%. Las opciones que pasaron al balotaje expresan dos caminos opuestos de salida a la crisis actual. Por una parte, Kast (27,9%) que representa a la extrema derecha y su solución autoritaria y anti popular, y, de otra, Boric (25,8%) que expresa en su programa las reivindicaciones del pueblo por más democracia y derechos sociales. Solo un 2% separa a ambos candidatos en la partida de esta nueva carrera.

Si se suma la votación convocada por la derecha, es decir, Kast y Sichel (12,8%) se llega a un 40,7%. De la misma forma, si se integra la votación (de la oposición) expresada en Boric, Provoste (11,6%), MEO (7,6%) y Artes (1,5) se llega a 46,5%. El voto obtenido por Parisi (12,8%), con un discurso anti derecha y anti izquierda, que en parte se irá a Kast y en parte a Boric podría definir la contienda. Otro voto que podría desequilibrar la balanza es aquel que no se ha expresado en las últimas elecciones y que llega a poco más del 50% de padrón. Vale decir, existe espacio para la victoria.

Dicho esto, el comando de Boric debe tener cuidado con estas sumas automáticas o con repetir mecánicamente soluciones de otras épocas (plebiscito de 1988). La mayoría ciudadana capaz de sostener a un gobierno de transformación no está en un acuerdo por arriba con los antiguos partidos que administraron el modelo, cuya base electoral y orgánica parece haber disminuido gravemente, sino en la articulación de las fuerzas políticas y sociales del pueblo, donde las mayorías trabajadoras deben tener un lugar protagónico. Basta con recordar que las candidaturas de dichos partidos llegaron en cuarto y sexto lugar. 

Debemos saber expresar las emociones (miedos, rabias) e ideas (oposición al abuso, apoyo a la justicia social) de las personas de cada pueblo, ciudad y región del país.

Nuestro mensaje debe hacer sentido al Chile profundo, para ello debe conectar con sus anhelos y proyectos. El lenguaje debe ser simple y directo, referir a situaciones concretas y cercanas. Y el contenido debe ir en dos direcciones. Primero, debemos actuar con responsabilidad ante el pueblo y explicar a las personas el riesgo que implica el triunfo de Kast para la sociedad, en participar para las mujeres, movimientos sociales, sectores populares y reivindicación mapuche. Las medidas anunciadas en su programa y en declaraciones son insumos para esta labor. Entorno a este relato anti fascista debemos construir en la acción la unidad más amplia posible. Segundo, debemos comunicar las propuestas concretas más importantes para las personas que viven de su trabajo, y que hoy por la crisis tiene altos grados de incertidumbre, como, por ejemplo, el fin de las AFP, la jubilación de 250.000, el sueldo mínimo de 500.000, la condonación de la deuda CAE, la reducción de la jornada a 40 horas (su impacto en tiempo familiar o pago de horas extras), el avance de los proyectos de vivienda de los comités y movimientos de pobladores, la reducción de la dieta parlamentaria, la posibilidad de acceder al agua, la educación y salud digna. Los temas de seguridad y migración, en sus expresiones concretas, también son claves.

En definitiva, tenemos pocos días para planificar y solo semanas para implementar en terreno (no solo redes sociales) una campaña que evite el desastre autoritario y nos permita consolidar la conquista de derechos jurídico-políticos y económicos-sociales para las mayorías.

No es correcto, oportuno ni justo culpar de esta situación a las personas que votaron por la derecha o el antipartidismo. Se debe recordar que sectores de izquierda y movimientos sociales usaron dicho discurso en las últimas campañas electorales. A las personas de pueblo que votaron por el supuesto cambio ofrecido por Kast o Parisi debemos encantarlas y convencerlas. No es tiempo para evaluaciones, reproches o catarsis en redes sociales, ahora debemos salir a conquistar cada voto entre los compañeros de trabajo, estudio, vecinos, amigos, familias y ciudadanía en general.

Editorial Ukamau
23 de Noviembre 2021

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