La crisis actual –en parte importante– se explica por los fracasos del sistema neoliberal. Ejemplos muy claros en esto son los déficits que este modelo genera de forma estructural en las condiciones laborales, los salarios, las jubilaciones o las viviendas. La sociedad ha sido muy clara en señalar, en las urnas y las calles, la necesidad de cambios profundos. Sin embargo, hasta ahora se ha buscado abordar la crisis con recetas neoliberales. Esto ha hecho que la crisis económica la sigan pagando las y los trabajadores con sus ahorros previsionales o el Estado –con recursos de todas y todos– y no los responsables de instalar este modelo de injusticia y desigualdad: los súper ricos.
Las transformaciones en la institucionalidad política que la Convención está diseñando no pueden dar respuesta ahora a esta crisis. Entonces, la responsabilidad de impulsar políticas democratizadoras recae en el gobierno de Apruebo Dignidad. Una manera de hacerlo es articulando actores políticos y sociales en torno a una reivindicación – política específica. De esta forma, los organismos democratizadores del Estado y la Sociedad se pueden sostener mutuamente. Por ejemplo, el derecho a la vivienda puede articular la acción de la Convención, el Gobierno y el movimiento de pobladores, permitiendo que se constituya la fuerza necesaria para dar una salida democrática a la crisis.
De esta forma, creemos necesarios impulsar reivindicaciones legitimas de las clases trabajadoras –principales afectadas de la crisis–, como lo son la jornada laboral de 40 horas, el sueldo mínimo de 500.000, el congelamiento de precios y la negociación colectiva de salarios.
Las próximas semanas serán importantes para avanzar en esta iniciativa. El martes siguiente se vota en el pleno de la Convención la norma por el derecho a la vivienda. Las y los constituyentes tienen la oportunidad histórica de reconocer este derecho a la sociedad y de entregar las herramientas constitucionales que el gobierno necesita para enfrentar este problema. De esta forma, Gobierno y Sociedad podrán respaldar y sostener el proceso constituyente, que el 4 de septiembre tiene un desafío fundamental.
También se aproxima la conmemoración del día de las y los trabajadores. Oportunidad en que el Gobierno podrá anunciar medidas y políticas en favor de las clases trabajadoras. Esta reconexión con el pueblo trabajador ampliará sus bases de apoyo y dará mejor pie a la autoridad para respaldar el proceso de cambio constitucional señalado.
Como lo hemos dicho, acercarse al pueblo, fortalece, alejarse de él, debilita. La Convención y el Gobierno deben buscar en la sociedad el respaldo necesario para impulsar las transformaciones que el país necesita. Y es tarea nuestra, de los movimientos sociales, dinamizar estos procesos de articulación. Solo si estamos ahí podremos influir en el resultado de las definiciones y disputas que establecerán el destino del país.
Editorial Ukamau
Jueves 14 de Abril 2022