Este 17 de diciembre votaremos “en contra” de la propuesta de Constitución de Kast, es decir, del borrador elaborado por el Consejo Constitucional compuesto en su mayoría por la derecha tradicional (UDI) y la derecha extrema (republicanos).
La propuesta nos hace retroceder en derechos de las mujeres o los trabajadores a los tiempos de la dictadura. Limita la libertad y autonomía de las mujeres con relación a las decisiones sobre su cuerpo y restringe la posibilidad de negociar mejores condiciones laborales y salariales a momentos muy acotados.
Varios artículos recuerdan la primera versión de la Constitución de Pinochet de 1980, donde la derecha más tradicional y autoritaria constitucionalizó sus ideas contrarias al pueblo y sus expresiones reivindicativas.
El derecho a la vivienda se utiliza como excusa para eliminar el pago de contribuciones a los ricos, limita la participación del Estado, asegura el negocio a las inmobiliarias y no precisa cuestiones relevantes como el acceso al suelo y el estándar de las viviendas sociales. De esta forma, se amenaza directamente al Plan de Emergencia Habitacional y su base jurídica contenida en la Ley 21.450, esto es, se ponen en riesgo los recursos necesarios para los proyectos de viviendas sociales en curso.
La nueva Constitución afectará gravemente las pensiones de los jubilados y el acceso a la salud de la población por cuanto asegura el negocio a las AFP y las Isapres. Esta es la razón por la que los grandes empresarios y la derecha extrema llaman a votar a favor. Es la Constitución del abuso y la desigualdad.
El populismo autoritario ofrecerá soluciones mágicas a los problemas de seguridad y migración descontrolada. Promesas falsas que la derecha en el gobierno de Piñera ya había hecho al país, pero ni “se les acabo la fiesta a los delincuentes” ni se frenó la migración descontrolada, todo lo contrario, en el gobierno de derecha aumentó notablemente.
La campaña será breve y dirigida a las amplias mayorías integradas por el voto obligatorio, no habrá tiempo para profundizar en el debate por lo que el mensaje debe ser directo y claro. Vale decir, se deberán utilizar medios de comunicación masivos o que le hable a la ciudadanía menos politizada.
Votar en contra de la Constitución de Kast no es estar a favor de la Constitución de Pinochet sino, justo lo contrario, es frenar el avance del autoritario infringiéndole una derrota electoral que afectará sus posibilidades políticas futuras para las próximas elecciones. Es por esto que debemos hacer campaña por el “en contra” sin complejos ni limitaciones.
En contra de la Constitución de Kast
En contra de la derecha extrema anti democrática y anti popular. En contra de eliminar derechos a las mujeres y trabajadores