Editorial Ukamau: “Avanzar al ritmo de los tiempos de transformación y no caer en las trampas de los falsos atajos” Lunes 30 de Agosto 2021

Esta semana se conmemora un año más del triunfo de la Unidad Popular. El 4 de septiembre de 1970 el pueblo entró a La Moneda junto a Salvador Allende. Esta victoria política fue el resultado de décadas de organización y lucha de trabajadores, pobladoras, campesinos y estudiantes vinculados a partidos de izquierda. La izquierda pudo encabezar este proceso de transformaciones porque tenía raíces muy profundas en el pueblo, construidas por años y décadas en fábricas y empresas, poblaciones y barrios, campos y centros de estudios. Así, se daba inicio a un gobierno popular sostenido en estructuras sociales y políticas de tal magnitud que su derrota solo pudo realizarse a partir de una refundación violenta, autoritaria y neoliberal del país. 

El “estallido social” de 2019 y los resultados electorales de 2020 y 2021 actualizaron las posibilidades de alcanzar un nuevo gobierno popular. Si bien se puede observar un acumulado de experiencias de organización en los últimos años o décadas, principalmente entre estudiantes, mujeres, y algunas comunidades regionales y populares, éstas no integraron a las millones de familias trabajadoras del país. Como señalamos en 2019, está crisis es más un punto de partida que de llegada en el proceso de organización y politización popular.

En este nuevo comienzo del proceso masivo de politización del pueblo se debe actuar con responsabilidad. Es muy serio que así no sea. El daño que está generando la auto denominada “Lista del Pueblo” a este proceso es tremendo y podría ser irreparable. A saber, la errante elección de candidaturas, los problemas en la rendición de gastos ante el SERVEL, las divisiones internas y renuncias, las acusaciones de corrupción cruzadas en los medios de comunicación y la presentación de más de 23.000 firmas ante una notaría inexistente para inscribir su opción presidencial, han afectado la confianza del segmento del pueblo más identificado al “estallido social”, alejándolo nuevamente de los asuntos públicos.

Por otra parte, el oportunismo de grupos organizados –auto definidos como revolucionarios– que apoyaban esta Lista y ahora se desentienden sin más, sin evaluación ni auto critica, tampoco contribuye a la tarea urgente de hoy: frenar el proceso de desconexión entre el pueblo y el proceso político de transformación en curso en la institucionalidad. De igual forma, la nueva candidatura presidencial de MEO (luego de estar fuera del debate político por años debido a sus problemas legales asociados a dineros sin justificar y vínculos con empresarios) tampoco colabora en dicho sentido.

Quienes se auto perciben como una superación de la izquierda del siglo XX, solo por haber nacido en el siglo XXI, deberían mirar con más atención aquellos procesos. La perspectiva de organización y politización popular en el siglo pasado era de largo aliento, no buscaba atajos ni beneficios personales (aun cuando la revolución era un asunto contingente).

Triunfos como el del 4 de septiembre de 1970 se construyen con la paciencia de las clases trabajadoras, paso a paso, batalla a batalla. Ejemplo de esto es la reciente victoria de las y los trabajadores de los supermercados Tottus de Copiado y Vallenar. Otra buena señal ha sido la iniciativa de la Convención Constitucional por institucionalizar la participación popular en el proceso constituyente.

Sin crisis de Estado no habrá “asalto al palacio de invierno” ni acción que evite recorrer esta larga marcha. No hay que desmoralizar porque no volveremos al estado previo a “octubre de 2019”, pero debemos ser responsables y disciplinados para salir victoriosos en la disputa de este año y de los siguientes.

Editorial Ukamau
Semana Lunes 30 de Agosto a Domingo 5 de Septiembre

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